Hay estudios que dicen que los beneficios de una respiración profunda y consciente son muchos; calma el cuerpo y la mente, oxigena la sangre, alimentando nuestras células y mejorando la circulación y facilita la concentración, entre otras cosas. Si nos basamos en esto debería de ser algo a tener muy en conta en nuestras vidas, ¿no creéis?. Cito las palabras de Hiltrud Lodes en su libro ‘Aprende a Respirar’. Una pequeña reflexión sobre este acto tan natural:
‘Al inspirar tomamos de aquello que nos rodea, y al espirar devolvemos lo que hay dentro de nosotros. La respiración, por tanto establece la conexión entre nosotros y nuestro entorno. Respirar es dar y tomar; es un intercambio entre el interior y el exterior, indispensable para la vida. Cuando esta relación de intercambio se ve alterada, surge en el hombre un estado de desequilibrio. La vida comienza con el primer respiro del recién nacido y acaba con la exhalación del último suspiro. Durante el tiempo que se prolongue la vida, la respiración será un reflejo del estado corporal y anímico, que puede ser de tranquilidad, de agitación, de profundidad, de equilibrio, etc’.
Partimos entonces de que la respiración debería ser un proceso natural y sencillo, pero hoy por hoy, con nuestro nivel de vida acelerado y de estrés, se ha distorsionado desarrollándose de una forma arrítmica y sin pausas, entorpeciendo nuestro propio bienestar. Esto afecta directamente a mi campo de trabajo, pues la práctica respiratoria está directamente relacionada con la educación vocal, la técnica de la palabra y el canto. Y aquí hago una pequeña parada:
¿Qué tiene que ver la voz con la respiración?
Para responder a esto hagámonos otra pregunta: ¿Cómo funciona nuestra voz?
Realicemos un pequeño experimento; imaginemos que cogemos dos hojas de papel, las juntamos y soplamos a través de ellas, con el aire del soplo se moverán dichas hojas y con ello produciremos un sonido. Básicamente nuestra voz consiste en eso, inspiramos el aire, y al espirarlo, este pasa por la laringe, lugar donde se encuentran las cuerdas vocales. En el momento que las juntemos cuando el aire espirado pase a través de ellas las obliga a moverse produciendo así una vibración, por lo tanto un sonido que articulado y direccionado hacia la boca, lengua, garganta y otras cavidades de resonancia, conformarán nuestro sello e identidad sonora, lo que llamamos la voz humana. Si lo pensamos bien, la base de todo parte de la respiración.
La respiración en el canto y en el habla
Utilizamos el aire que nos da la vida para algo más. Para comunicarnos con la palabra y también para crear música, pues con el aire nos convertimos en un instrumento musical de viento. Es decir, nos convertimos en un instrumento aerófono, con un fuelle (respiración), un vibrador (cuerdas vocales) y un resonador (el cuerpo). Por lo tanto el control de la emisión de ese aire, base de la técnica vocal, hará que dominemos nuestro propio sonido y por lo tanto, nuestra voz para así llegar a dominar el arte del canto y también cualquier doctrina en la que intervenga la voz.
El tipo de respiración recomendado como el más adecuado para cantar es la respiración costodiafragmática. Se podría decir que es la que ejecutamos durante el sueño, pero más ampliada.
Con la inspiración, utilizamos todos los músculos que intervienen en el proceso respiratorio; centrándonos en el diafragma, musculatura abdominal y lumbar, así como también en partes de nuestro cuerpo como son las costillas, la nariz, el velo del paladar y la laringe; y visualizamos espacios. Esos espacios son los que conforman la caja de resonancia. Los mantenemos abiertos en la espiración o soplo, y direccionamos el aire hacia las cavidades de resonancia. Si realizamos lo mismo pero esta vez emitiendo el aire acompañado de sonido, el control de esta emisión hará que podamos expresar de una manera relajada y fluída las frases musicales, acompañadas de notas y palabras, en el caso del canto, y de proyectar la voz a través las palabras con una mejor calidad vocal en el caso del habla.
Ejercitando esos músculos que intervienen en el proceso respiratorio (gimnasia respiratoria) cojemos en capacidad pulmonar, relajación, elasticidad, control de nuestro cuerpo, oxigenamos las células, y por lo tanto nos sentiremos mejor. Así que os animo a tod@s a que realicéis gimnasia respiratoria, pues esta práctica no sólo os ayudará para relajaros, sino que es una herramienta fantástica para conoceros mejor, para concentrarse en un@ mism@, os ayudará a utilizar mejor vuestra voz tanto para cantar como para hablar y ganar así en salud, en calidad de vida.
Triple es el ritmo vital:
tomar, dar, recogerse;
al inspirar dejo que el mundo entre en mí,
al esperirar me doy al mundo,
vacío y sin aliento, vivo en mí;
me despojo de mí misma y vuelvo a abrirme.
Al inspirar dejo que el mundo entre en mí,
al espirar me doy al mundo,
vacío mi plenitud,
deformado recobro la forma.
LAMA ANAGARIKA GOVINDA, Mandala
